1950 STREET FINAL
Cuando el automóvil aún no se había socializado, las calles pertenecían a los niños en su totalidad. Atrás quedaron las épocas en las que podía montarse una portería con jerseys en mitad de la carretera de tu ciudad para jugártelo todo en una gran final, o al menos eso te parecía. El fútbol de calle era de calidad porque había que sortear muchas dificultades para controlar bien la pelota, lo que hacia que, casi sin querer, los niños desarrollaran una gran habilidad técnica.